La onicocriptosis, -del griego Ónyx, uña y Kryptós, escondida- es un problema bastante común en nuestros pies. Este término, denominado de forma popular como “uña encarnada”, hace referencia a una patología relativamente frecuente en pacientes. Puede definirse como una afección del aparato ungueal en la que la uña lesiona el tejido que la rodea. Sus principales síntomas son: dolor, inflamación y limitación funcional.

Resulta sorprendente cómo muchos pacientes aprenden a convivir con el dolor y las molestias que provoca esta afección. La buena noticia es que hablamos de un problema que tiene solución definitiva. Para ello, resulta fundamental detectar la causa que está produciendo la uña encarnada: sudoración excesiva, anatomía de la uña, calzado inadecuado, mal corte, alteraciones biomecánicas del pie… etc.

En numerosas ocasiones la aplicación de un tratamiento conservador resuelve el problema, pero… ¿Qué ocurre cuando la patología se hace crónica?
Tu podólogo ya habrá llegado a la conclusión de que en estos casos la solución es QUIRÚRGICA. Para iniciar este proceso, el primer paso es realizar un estudio del problema en su conjunto y elegir la técnica quirúrgica más adecuada. La complejidad de la intervención depende del motivo y del grado de afectación del aparato ungueal.
- Actuación parcial sobre la uña y la matriz. Se trata de eliminar el trozo de uña que provoca el problema y eliminar la matriz de ese trozo de uña para facilitar que ésta crezca correctamente.
- Actuación sobre las partes blandas y la uña. En ocasiones es necesario reconstruir los rodetes que rodean la uña realizando plastias en los tejidos circundantes, a la vez que actuamos sobre la uña y los tejidos hipertrofiados.
- Avulsión total con o sin matricectomía total. En uñas muy distróficas o muy traumatizadas es necesario eliminarlas temporalmente o para siempre.
Pero…. ¡ATENCIÓN! En ocasiones, una uña encarnada puede esconer un problema de la falange (tejido óseo).

El PODÓLOGO te ayudará a descartar cualquier problema bajo la uña que sea realmente el motivo de dolor (una exóstosis, un osteocondroma…). A veces es necesario actuar sobre el hueso y, en ocasiones, tomar muestras de tejido hiperplásico para realizar biopsias y descartar otras lesiones como tumoraciones o infecciones.

Estos procedimientos los llevará a cabo un podólogo colegiado bajo rigurosas técnicas de asepsia y con todas las garantías que ofrece una clínica autorizada por la Consejeria de Sanidad correspondiente.
Los podólogos en España exhibimos nuestro título y placa abiertamente y no nos escondemos bajo ningún otro nombre ni frase tipo: “callista”, “cuidados de los pies “o “diplomado sanitario “. Opta siempre por un profesional.
¡No dejes que jueguen con la salud de tus pies!
#ASTURIASPISAFUERTE