Las fiestas están a la vuelta de la esquina. Navidad, época de celebraciones, reuniones familiares, viajes al pueblo natal… Aunque cada uno lo celebra a su manera, todo tiene un denominador común: los excesos.
Pero, ¿puede realmente afectar esta alteración en la rutina a la salud de tus pies? La respuesta es sí. No queremos ser alarmistas pero, aunque estamos totalmente de acuerdo con la máxima de “un día es un día”, nos gustaría recordar algunos detalles que no debéis olvidar.
- Pie diabético. La diabetes tipo 2 está muy ligada al sobrepeso y la obesidad. ¿Quién no ha ganado un par de kilos en estas fechas? La obesidad empeora el perfil lipídico y aumenta la presión arterial, dos situaciones que el diabético debe tratar de evitar siempre. Los diabéticos que no llevan una dieta adecuada tienen más riesgo de sufrir las consecuencias de la diabetes en los pies, daños nerviosos o neuropatía diabética. Todo esto se traduce en: pérdida de sensibilidad en los pies, dolor intenso, entumecimiento, mayor riesgo de sufrir úlceras… etc. Llevar un estricto control de la glucemia reduce en un 70% el riesgo de sufrir neuropatía.

Un artículo publicado en la revista Arthiritis Care Research (febrero de 2012) relaciona directamente la obesidad y el dolor de pies. El exceso de kilos hace que modifiquemos la forma de caminar y pongamos un estrés extra en nuestros músculos, articulaciones, tendones y ligamentos. El sobrepeso favorece la hiperpronación de nuestros pies, lo que habitualmente lleva a un aumento de fascitis plantar y espolones.
- La gota y el dolor en el primer dedo del pie. La gota es una artritis producida por acumulación de ácido úrico en nuestro cuerpo, lo cual produce depósitos de cristales de este ácido en las articulaciones y en especial en el primer dedo o dedo gordo del pie. Una persona obesa es más propensa a sufrir la gota. Precisamente, los alimentos más desaconsejados para los enfermos de gota son los que más consumimos en estas fechas: carnes rojas, mariscos y bebidas alcohólicas.

- Fracturas de estrés. La obesidad también supone un factor de riesgo en las fracturas por estrés, muy frecuentes en los metatarsianos de los pies. Estas fracturas se producen por una excesiva actividad muscular realizada de manera repetitiva; son fracturas por fatiga. Las mujeres son más propensas a sufrirlas.
Su diagnóstico puede ser complicado porque se suelen confundir con lesiones musculares, lo que retarda la implantación de un correcto tratamiento y por tanto su curación.
- El exceso de bebidas alcohólicas. Alcohol más baile igual a torceduras y esguinces. El alcohol reduce el control motor, la pérdida de equilibrio y la coordinación; lo que unido al uso de calzado inadecuado puede llevar a torceduras. Los esguinces son distensiones de los ligamentos que ocasionalmente pueden llegar a romperse. Los esguinces más frecuentes son los del ligamento lateral externo de tobillo, concretamente en la porción anterior del ligamento peroneoastragalino y se producen por una inversión brusca del pie.

Desde el Colegio de Podólogos de Asturias queremos recordaros que, aunque no tenemos porqué dejar de darnos un “pequeño homenaje” en estas fechas tan señaladas, no debemos olvidar cuidar nuestra salud y nuestros pies. ¡Porque cuidar de ellos, es cuidar nuestro futuro!
#ASTURIASPISAFUERTE