Llega el buen tiempo, apetece disfrutarlo en las calles y subirnos al carro de alguna actividad deportiva poniendo el ojo en el verano que ya asoma a la vuelta de la esquina. Y, sin duda alguna, la tendencia absoluta en estos momentos es el running, o el trailrunning si lo tuyo es la naturaleza. Dejar atrás el asfalto y correr en entornos naturales, además de ser una tendencia que crece como la espuma, está avalada por múltiples estudios que aseguran que esta práctica deportiva supone una liberación para el cerebro mayor que hacerlo en un medio urbano e incluso reduce el riesgo de depresión.

Si ya has decidido formar parte de ese pelotón que corre en pro de la búsqueda del bienestar has de tener en cuenta que además de fortalecer tus músculos, corazón y pulmones, una de tus herramientas más valiosas son los pies. Antes de lanzarse a la carrera sin control (ya lo decía aquel famoso anuncio: “la potencia sin control no sirve de nada”), revisa el calzado que vas a utilizar y adáptalo a tu pisada.
Vivimos un momento en que el deporte mueve una industria de moda que hace que nuestras necesidades vayan más allá de las antiguas prendas deportivas multifuncionales. Esta industria en ascenso exhibe nuevos looks e infinidad de complementos atractivos a nuestros ojos. No obstante no has de dejarte llevar por esta fiebre y equiparte con la ropa y calzado acordes al estilo de carrera que vas a adoptar. Calzar la zapatilla de moda puede acarrear lesiones derivadas de una mala elección. Y ¡cuidado! Las tendencias de moda también llevan a las marcas, en este instante, a desarrollar ropa y calzado de estilo deportivo pero que en realidad solo cumple esa función estética.
Has de conocer tu pisada. Y si nunca has corrido, seguramente ni siquiera hayas pensado en ello. Un podólogo deportivo experto en biomecánica es el profesional que necesitas para ir de la mano de una buena recomendación.
Este profesional, conocedor en profundidad de nuestras extremidades inferiores, realizará un estudio que le permitirá ese análisis postural, muscular y de tipología del pie del corredor. Relacionara posteriormente estas particularidades con su dinámica de carrera, de apoyo y su calzado.

A través de este estudio de biomecánica aplicada a la carrera podremos determinar cómo realizamos el apoyo, la entrada y la salida del pie. Descubriremos si apoyamos más con la punta, con el talón o con alguno de los laterales del pie, además de comprobar si nuestra pisada es supinadora (terminamos el impulso del pie apoyando sobre el dedo meñique), pronadora (apoyando sobre el dedo gordo) o neutra (realizamos un apoyo central). En función de estas variables podremos buscar un tipo de zapatilla u otro.
Una lectura técnica adecuada, establece un marco para actuar sobre la preparación, material y acondicionamiento, lo cual se debe traducir en una mejora de rendimiento.
#AsturiasPisaFuerte