En multitud de ocasiones, en las clínicas de los podólogos de toda España, nos encontramos con pacientes que sufren dolores o molestias en los pies, pero a simple vista, no existe lesión o patología evidente. Es en estos casos cuando el estudio anatómico de la pisada se vuelve de vital importancia.
Los estudios anatómicos de la marcha nos permiten analizar los movimientos que se producen en el cuerpo durante la marcha, como cadera, rodilla o columna. La semana pasada hablábamos de los estudios biomecánicos aplicados al deporte, especialmente, al running, tan de moda en la actualidad. Esta semana, y en relación con la publicación de nuestro 2º Podoconsejo, queremos hablar de este tema pero a un nivel más genérico.
¿En qué consiste el estudio biomecánico de la pisada?
- Anamnesis: Consiste en una entrevista en profundidad y estudio de historial clínico, para conocer el estado general del paciente. Entre los datos importantes a tener en cuenta, los siguientes: práctica de actividades deportivas, tipo de calzado habitual, antecedentes de lesiones, peso, altura, índice de masa corporal y enfermedades previas. Todos estos datos son de vital importancia a la hora conocer la patología a la que nos estamos enfrentando y plantear un tratamiento.
- Exploración en camilla y podoscopio: Se trata de un 1º estudio del físico del paciente, una exploración manual desde la parte baja de la espalda hasta los pies, pasando por la cadera. Gracias a él se pueden identificar diferentes patologías, como la diferencia de longitud entre piernas. Se realiza en dos partes:
- La primera, en la camilla, donde se valorará la función articular y muscular.
- La segunda, el podoscopio, donde se realizarán una serie de test biomecánicos para conocer la alineación de las piernas y de los pies.
- Estudio de presiones: Gracias a la tecnología, y a través de las plataformas con sensores de presión, el podólogo puede analizar las presiones plantares del pie, los puntos de máximo apoyo así como la progresión de la pisada.
- Análisis de la marcha: A través del estudio de la marcha podremos determinarcómo realizamos el apoyo, la entrada y la salida del pie. Descubriremos si apoyamos más con la punta, con el talón o con alguno de los laterales del pie, además de comprobar si nuestra pisada es supinadora (terminamos el impulso del pie apoyando sobre el dedo meñique), pronadora (apoyando sobre el dedo gordo) o neutra (realizamos un apoyo central).

Tras realizar el estudio, el podólogo es capaz de detectar patologías como descompensaciones posturales, desequilibrios, anomalías o lesiones en pies, rodillas y/o cadera. No se trata de saber cómo realizamos la pisada, sino de conocer cómo funciona nuestro cuerpo en movimiento, ofreciendo la información suficiente para combatir patologías, o prevenirlas.
Por último, solo queremos recordaros que el Podólogo es el único profesional capacitado para realizar un correcto estudio biomecánico de la pisada. Acude a tu podólogo colegiado para descubrir la patología concreta que puedes padecer, y que este sea quien realice un tratamiento personalizado y aplicado a tu caso concreto.
#AsturiasPisaFuerte