La función del calzado es la de proteger el pie. Una vez tenemos esto claro, podemos entrar a comentar las recomendaciones y consejos para la selección del calzado más adecuado a nuestras características personales, pero teniendo en cuenta siempre su objetivo principal.
Desde nuestra campaña “PodoconsejosCPA”, en el capítulo 6, revelamos algunas de las claves básicas para la elección de calzado. ¡Descúbrelo dando al play! Y ante cualquier duda, recuerda, acude a tu profesional, acude al podólogo.
Muchos problemas de los pies adultos tienen su origen en la infancia y están presentes al nacer. El cuidado regular de los pies puede minimizar o incluso evitar esos problemas en la vida adulta. A través de la correcta elección de calzado podemos ayudar a evitar el desarrollo de patologías o problemas ocasionales.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar zapatos para nuestros hijos?
- Horma recta y generosa, que facilite el movimiento permitiendo libertad de movimientos y una correcta articulación de los dedos.
- Suela flexible, que permita el movimiento, y sobre todo, evitar suelas planas, que no permiten la adherencia. Las antideslizantes son una muy buena opción para evitar resbalones y caídas.
- Evitar tacones, apostando por suelas planas.
- Materiales naturales, que permitan la transpiración.
- Contrafuerte rígido, que estabilice el talón disminuyendo el riesgo de torsiones laterales.
- Sistemas de cierre que permitan variaciones, para adaptarnos a la forma del pie del niño.
- La parte delantera debe ser flexible, de forma que sólo con una ligera presión de la mano se doble hasta formar 90º.
- La altura no debe superar los maléolos (huesos del tobillo) para permitir la articulación libre del tobillo.
- El zapato nunca incorporará una plantilla correctora. Será el podólogo quien la prescribirá si fuera necesario.

¿Y si somos nosotros los que necesitamos nuevo calzado?
Por supuesto, todos los consejos que aplicamos a los más pequeños son correctos para los pies de los adultos. En nuestro caso particular, es importante, además, tener en cuenta varios factores:
- La actividad para los que los necesitamos. No es lo mismo un calzado deportivo que uno para trabajar. Debemos utilizar siempre calzado acorde a la actividad que vamos a desarrollar.
- Los tacones. No deben superar los 4cm, y evitaremos los altos y finos. Los de cuña, al ampliar la superficie de apoyo, ayudan a evitar la fascitis.
- No abusar del mismo par de zapatos. Utilizar demasiado tiempo el mismo calzado favorece el desarrollo de patologías. A ser posible, alternar entre 2 o 3 pares.
- Evitar el uso de chanclas o zuecos en exceso. El agarre no suele ser el adecuado y favorecen las torsiones y esquinces, especialmente con la llegada del buen tiempo.

¿Sabes cuál es el momento ideal para comprar zapatos?
Al final del día, cuando los pies están más hinchados, pues así comprobaremos que los zapatos no nos apretarán demasiado. Recuerda que es absolutamente necesario calzar ambos pies, que no siempre son iguales, y ponerse en pie y caminar. De esta forma comprobaremos como el calzado se adapta a nuestros pies y podremos tomar la mejor decisión.
Y recuerda, el profesional podólogo está a tu servicio para atender a tus dudas y guiarte tanto en el proceso de elección de calzado, como en muchos otros.
#AsturiasPisaFuerte