En materia de salud, los primeros años de nuestra vida son vitales. Esto es una afirmación genérica, que en el caso de la podología puede particularizarse. Cuando nacemos, nuestro sistema óseo está todavía formándose, y continuará haciéndolo hasta la pubertad. Cada etapa tiene unas características diferentes: recién nacidos, pre-andantes, bebés que empiezan a caminar, de los 4 a los 5 años, etc. La posición de nuestros pies, caderas, rodillas… cambian. Es necesario controlar que el desarrollo y la pisada entra dentro de la “normalidad”. Por eso, hoy intentaremos responder a una pregunta muy habitual: ¿Cuándo debo llevar a mi hijo al podólogo?
La Podología infantil es el campo que estudia y controla el correcto desarrollo del pie en el infante. Por ello, y en líneas generales, contestando a la pregunta que abre este post: cuanto antes pueda el podólogo pasar consulta con el niño, mejor. Existen alteraciones o patologías que aparecen desde el momento del parto, o a muy temprana edad, y la visita al profesional permite una rápida actuación y un tratamiento certero que asegure un mejor pronóstico.
¿Qué elementos estudia el podólogo para ofrecer el mejor diagnóstico a nuestros hijos?
- Exploración biomecánica y física de los pies, piernas, cadera y espalda.
- Información sobre el parto, y si hubo o no complicaciones.
- Información sobre el gateo: edad en la que comienza a gatear, señales de alarma, incluso, si es bebé, podrá comprobarlo en persona.
- De igual manera, sobre la postura y posición del niño al sentarse o caminar.
Todos estos elementos permitirán al podólogo ofrecer un diagnóstico certero, y personalizado sobre las características propias de nuestro hijo. En caso de que no exista ninguna alarma que nos haga sospechar que la marcha de nuestro hijo, o la postura de sus pies, no está dentro de la “normalidad”, la edad recomendada para la primera visita al podólogo es sobre los 4-5 años.

¿Qué signos pueden indicarme que mi hijo necesita ir al Podólogo?
En esta entrada a uno de nuestros post anteriores, podrás encontrar toda la información relacionada con los signos que nos avisan de que nuestro hijo debe visitar al podólogo.
Estas son 5 de ellos:
- El Niño se cae con frecuencia, muestra apatía por los deportes y se cansa al caminar .
- Se descalza a menudo.
- Camina con los pies hacia adentro o de puntillas.
- Se queja de dolor en los pies y/o en las piernas.
- Sus uñas no tienen un aspecto sano.

¿Puede aconsejarme el podólogo sobre el tipo de calzado adecuado para mis hijos?
Por supuesto. Además de realizar diagnósticos y tratamientos, la labor del podólogo, especialmente en podología infantil, es preventiva. En este aspecto, cuidar el tipo de calzado que usan nuestros hijos es fundamental, basándonos en los aspectos personales de cada uno de ellos y en su rango de edad.
En general, estas recomendaciones son aplicables a todos los casos y te servirán de ayuda para escoger el mejor calzado:
- La forma debe ser amplia para permitir libertad de movimientos y una correcta articulación de los dedos.
- La parte delantera debe ser flexible, de forma que sólo con una ligera presión de la mano se doble hasta formar 90º.
- El empeine tiene que estar hecho con piel muy blanda.
- La suela tiene que ser flexible y antideslizante.
- El contrafuerte robusto para estabilizar el talón y evitar el riesgo de torsiones laterales.
- La altura no debe superar los maléolos (huesos del tobillo) para permitir la articulación libre del tobillo.
- El zapato nunca incorporará una plantilla correctora. Será el podólogo quien la prescribirá si fuera necesario.
Recuerda, el Podólogo es el especialista que mejor conoce los pies y la importancia de su correcto desarrollo para el funcionamiento del aparato locomotor. Así mismo, además del pediatra, es la persona que mejor puede aconsejar a los padres y responder a todas sus dudas.
#AsturiasPisaFuerte